7 señales de debilidad espiritual
La vida del cristiano es una batalla constante, tanto en el campo físico como también, y principalmente, en el espiritual. Mantenerse fuerte espiritualmente, con la fe avivada, es la única manera para permanecer victorioso en esta batalla. Ese es el gran desafío.
Por eso, en la Biblia, el apóstol Pablo deja la advertencia: «… y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.» (1 Corintios 10:12).
Él también enseña el secreto para mantenerse en pie: «Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.» (Gálatas 5:16).
Andar en Espíritu es andar siempre atento a la voz de Dios, priorizar la comunión con Él y alimentar el espíritu por medio de la lectura de la Palabra de Dios y de la oración. Esas prácticas son imprescindibles para que desarrollemos la intimidad con Dios y, consecuentemente, tengamos sensibilidad para escuchar y obedecer Su voz. De lo contrario, seremos débiles espiritualmente y presas fáciles para la acción del mal.
A continuación, conoce algunos de los síntomas que una persona presenta cuando está débil espiritualmente:
1. Orgullo
Así como la humildad es la característica principal del nacido de Dios, el orgullo es la característica principal de los nacidos de la carne. Entonces, la primera cosa que sucede cuando una persona está débil espiritualmente es que ella pierde esa humildad. El orgullo empieza a hablar más alto, a sobresalir, y ella no logra ver cuánta ayuda necesita. En lugar de eso, tiene aquella falsa impresión de bienestar; no reconoce siquiera sus propias fallas. En cambio, sus ojos están atentos a los errores de los demás.
2. Egoísmo
Ella pierde la sensibilidad para percibir la necesidad del otro, preocupándose solo por sus propias necesidades. Incluso frente a alguien que está sufriendo, no se sensibiliza. Si antes tenía sed de evangelizar, ahora lo evita.
3. Fe indefinida
La persona espiritualmente débil es identificada fácilmente por su inconstancia en la fe. Si antes tenía una fe definida, ahora un pequeño obstáculo ya es suficiente para hacerla dudar e incluso desistir. Se volvió una persona fácilmente influenciable.
4. Ya no ayuna y no ora como antes
Su oración se vuelve fría, mecánica, eso cuando ora. Entonces, el ayuno se vuelve muy difícil para ella. Y comienza a ayunar cada vez menos, y cuando ayuna termina rompiendo el ayuno, porque ya no puede permanecer en Espíritu. Cuando asiste a una reunión, en el momento de buscar a Dios, no puede concentrarse y abre los ojos con frecuencia.
5. Miedo / duda
Ya dijimos que la persona espiritualmente débil tiene una fe indefinida, inconstante; un momento cree, un momento no cree. Por lo tanto, es bombardeada fácilmente por la duda y por el miedo, los pensamientos negativos ganan fuerza, y ella se vuelve aún más vulnerable a la acción del mal. Una víctima potencial de los ataques del diablo.
6. Desánimo para leer la Biblia
Ella ya no tiene interés en la lectura de la Biblia. Todas las veces que abre la Biblia para leer, el desánimo se apodera de ella, se siente somnolienta y de inmediato abandona la lectura, que se vuelve cada vez más escasa.
7. Malos ojos
Ella ya no tiene visión espiritual, se volvió maliciosa. Empieza juzgar todo y a todos. No acepta la reprensión, en lugar de eso, cuando se le llama la atención, se hace la víctima, se siente víctima de la injusticia y se llena de ira. Ya no logra ver el cuidado de Dios en una reprensión.
Haz un autoanálisis y, si te identificas por lo menos con una de esas señales en tu vida, es el momento de parar, buscar el perdón de Dios y el avivamiento espiritual:
«Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles…» (Romanos 8:26).
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